Alguien dijo...

"A veces cuanto más cambian las cosas, más permanecen como siempre"

lunes, 7 de enero de 2008

Fiesta en Nervión

www.eldesmarque.com
El Sevilla ganó en la noche de Reyes, con toda justicia a pesar del gol con la mano de Luis Fabiano, a un Betis que deambuló perdido por el césped del Sánchez Pizjuán durante casi todo el encuentro. Sólo en los primeros minutos pareció verse a un Betis con ganas. El juego trabado fue la nota dominante durante los primeros veinte minutos de partido. Muchas faltas y mucha intensidad. Prueba de ello, la brecha que se hizo Edu con su compañero Damiá en la disputa por un balón aéreo. Sin embargo, en el minuto 26 se acabó por completo el día de Reyes para la hinchada verdiblanca. El carbón llegó de la mano, nunca mejor dicho, de Luis Fabiano que utilizó la picaresca para rematar con su brazo derecho y hundir para el resto del partido a los hombres de Chaparro. A partir de ahí, todo fue cuesta abajo para el Betis. Rivas se retiró con la rodilla dañada y la defensa no fue capaz de rehacerse tras la falta del nazareno. El festival del Sevilla estaba aún por llegar. Luis Fabiano de nuevo en el 42 se encargó de dejar claro que los Reyes no pensaban ir por Heliópolis esta noche y aumentó suficientemente la distancia antes del descanso. En la segunda parte, más de lo mismo. El Sevilla siempre se encontró a gusto en el campo y no dejó prácticamente disparar al Betis entre los tres palos de De Sanctis. Para colmo de males, el autogol de Damiá en el minuto 63 terminó por cercenar cualquier opción de la ya de por sí quimérica remontada. Mal el Betis que acusó en demasía el efecto del primer gol y no supo leer nunca el partido. El Sevilla parece confirmar su buena racha y este triunfo ante el eterno rival puede darle suficiente moral para afrontar las duras semanas que se aproximan con, entre otros, el partido de Champions ante el Fenerbahçe. Lo mejor, la concordia entre las aficiones. Hacia años que no se vivía un partido con tan buen ambiente en las gradas.

No hay comentarios: